Predio Piloto Rancho Grande

Especie : Queule
Nombre: Rancho Grande
Ubicación: Tomé, Región del Biobío
Extensión : 20 hectáreas
Fecha de ejecución: mayo 2020 – mayo 2022

El predio piloto puesto a disposición por sus dueños para la implementación de buenas prácticas para la conservación del queule, presenta condiciones de uso que son pertinentes para la conservación de la especie. Es un terreno productivo, de vocación agroforestal, con desarrollo agrícola de pequeña escala y con algunos fragmentos de bosque nativo en buen estado de conservación, pero con poca superficie. El trabajo implementado a través del trabajo colaborativo con la familia, busca  aumentar estos espacios de bosque nativo con acciones orientadas a la restauración en un área destinada por sus dueños para esta restauración.

El bosque nativo presente en el predio corresponde al tipo esclerófilo de Concepción, con dominancia de roble (Nothofagus obliqua), y presencia de especies acompañantes como laurel (Laurelia sempervirens), arrayán (Luma apiculata), maqui (Aristotelia chilensis), arrayán macho (Raphitamus spinosus), lingue (Persea lingue), entre otros. Dentro de estos paños de bosque nativo se han iniciado acciones de restauración principalmente con restauración de  queules a través de reforestación y control de especies exóticas invasoras. 

De especial interés corresponde la reforestación con plantas de queule, que se encuentra en etapas iniciales; y la viverización de plantas de queule a pequeña escala por parte de sus dueños.

Entre los principales objetivos de implementación de buenas prácticas para la conservación del queule en este predio están la restauración mediante plantación y manejo de regeneración de especies nativas; el establecimiento de un huerto frutal agroecológico, el cual representa un cultivo alternativo  a la plantación de pino;  También se ha considerado el  establecimiento de un vivero a pequeña escala de plántulas de queule y otras especies del bosque nativo, las cuales son manejadas por los dueños de este predio.

“Esta experiencia ha sido tremenda, embellecimos esta parte de nuestro terreno y las distintas acciones han despertado un interés en cuanto a mejorar nuestro entorno de trabajo”, dice Jorge Silva, propietario del predio piloto Rancho Grande, que se dedica a la agricultura a pequeña escala con unas vides y que por estos días construye un gallinero. Cuenta que no sabía nada del queule, pero que con esta experiencia ha vuelto a enamorarse de los nativos, “es que verlos crecer y cuidarlos es otra cosa”, afirma y agrega que toda la familia se ha involucrado en este nuevo aprendizaje, si hasta un estanque construimos para reforzar el riego de un bosque que teníamos descuidado. “Estamos fascinados, no encuentro palabras”.